viernes, 11 de julio de 2008

TANGO ARRABALERO


Por las noches, las dudas me asaltan...
dejarlo asi...No puedo...
mis pasos me llevan...
Voy trashumando espacios inconexos...
Arremeto...
Despues que????

viernes, 16 de noviembre de 2007

Tango Pasión

Glosario

Rante: atorrante, mal entendido
Hachazo: cicatriz.
Canero: propio de la cana o cárcel.
Camandilaje: gente de mal vivir.
Sabalaje: gente de las orillas.
Furca: golpe que dan los salteadores
a sus víctimas.
Chamuyo: conversación amorosa.
Amarrocando: juntando, sumando.
Canyengue: cadencia arrabalera.
Apache: delincuente de París que se dedica
preferentemente a la explotación de mujeres.
Mimí: personaje de la novela Escenas de la
vida bohemia.
Bandola: bandoneón.
Tira: gran cantidad.
Mina: mujer

A veces camino la noche...


El tango es...
historias de ciudad que más de uno habrá vivido,
historias oscuras que a veces es mejor olvidar.
El tango nos remite a la noche, a la melancolía.
Camino la noche de mi barrio.
En el ipod Adios nonino... Balada para un loco... Naranjo en Flor...
Ecléctico.
Cierro con Nostalgias...
Melancolía.
No hay nada más hermoso, el bandoneón me sirve de cortina...
Abandono.
Y si. Me gusta abandonarme al ritmo de la orquesta.
Me gusta perderme en el sonido de una milonga.
Me gusta que me vendan esas historias que, en el fondo, me son tan cercanas...
Me gusta el tango.

lunes, 29 de octubre de 2007

En esta noche, en este mundo


En esta noche, en este mundo
Las palabras del sueño de la infancia de la muerte
Nunca es eso lo que uno quiere decir
La lengua natal castra
La lengua es un órgano de conocimiento
Del fracaso de todo poema
Castrado por su propia lengua
Que es el órgano de la re-creación
Del re-conocimiento
Pero no el de la resurrección
De algo a modo de negación
De mi horizonte de maldolor con su perro
Y nada es promesa
Entre lo decible
Que equivale a mentir
(todo lo que se puede decir es mentira)
El resto es silencio
Sólo que el silencio no existe

No
Las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
Si digo pan comeré?
En esta noche, en este mundo
Extraordinario silencio de esta noche
Lo que pasa con el alma es que no se ve
Lo que pasa con la mente es que no se ve
Lo que pasa con el espíritu es que no se.
¿ de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
Ninguna palabra es visible
Sombras
Recintos viscosos donde se oculta
La piedra de la locura
Corredores negros
Los he recorrido todos
¡oh, quédate un poco más entre nosotros!

Mi persona está herida,
mi primera persona en singular

escribo como quien con un cuchillo alzado en la oscuridad
escribo como estoy diciendo
la sinceridad absoluta continuaría siendo
lo imposible
¡oh, quédate un poco más entre nosotros!

Los deterioros de las palabras
Deshabitando el palacio del lenguaje
El conocimiento entre las piernas
¿qué hiciste del don del sexo?
Oh, mis muertos
Me los comí me atraganté
No puedo más de no poder más

Palabras embozadas
Todo se desliza
Hacia la negra licuefacción

Y el perro del maldolor
En esta noche en este mundo
Donde todo es posible
Salvo el poema

Hablo
Sabiendo que no se trata de eso
Siempre no se trata de eso
Oh, ayúdame a escribir el poema más prescindible
El que no sirva
ni para ser inservible
Ayúdame a escribir palabras
en esta noche en este mundo

Alejandra Pizarnik

Una sorpresa

Hoy recibí tu carta. La he leído
con asombro, pues dices que regresas,
y aún de la sorpresa no he salido...
¡Hace tanto tiempo que vivo sin sorpresas!
"Que por fin vas a verme... que tan larga
fue la separación..." Te lo aconsejo,
no vengas, sufrirías una amarga desilusión: me encontrarías viejo.

Y, como viejo, ahora, me he llamado
a quietud, y a excepción-¡siempre el pasado!
de uno que tro recuerdo que en la frente

me pone algún recuerdo de tristeza
no me puedo quejar: tranquilamente
fumo mi pipa y bebo mi cerveza.

En Evaristo Carriego, Poesías completas

martes, 25 de septiembre de 2007

De Cuerpo sin armazón
Oscar Steimberg (1970)

Mi cuerpo sin armazón no soporta las esperas , las caminatas por lugares abiertos, los apoyos poco firmes. Pero en una tarde de sol, por la veredda ancha de Cerrito al 100, se anima a caminar unos metros solo, erguido, mientras mi mano sigue con eficacia_¡Así debo creerlo, Dios mío!_ una forma saliente en la pared.

A veces pienso que no son muchos 30 años para aprender a pasar de los asientos a los lechos, de los apoyos en la mesa de bar al hombro de un amigo; todo sin aparentar mi miedo, mi dependencia. Ahora todo esto es claro para mi: camino rozando las paredes porque mi cuerpo no tiene armazón. Cuando llegue al bar me sentaré -velozmente- después de alejarme de mi apoyo con un envión. ¿Y si no hay mesa libre? Entonces mirare hacia dentro, desde la puerta recorreré el bar con la mirada como buscando a alguien, y me alejaré siguiendo otra pared, la de Bartolome Mitre