lunes, 29 de octubre de 2007
En esta noche, en este mundo
En esta noche, en este mundo
Las palabras del sueño de la infancia de la muerte
Nunca es eso lo que uno quiere decir
La lengua natal castra
La lengua es un órgano de conocimiento
Del fracaso de todo poema
Castrado por su propia lengua
Que es el órgano de la re-creación
Del re-conocimiento
Pero no el de la resurrección
De algo a modo de negación
De mi horizonte de maldolor con su perro
Y nada es promesa
Entre lo decible
Que equivale a mentir
(todo lo que se puede decir es mentira)
El resto es silencio
Sólo que el silencio no existe
No
Las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
Si digo pan comeré?
En esta noche, en este mundo
Extraordinario silencio de esta noche
Lo que pasa con el alma es que no se ve
Lo que pasa con la mente es que no se ve
Lo que pasa con el espíritu es que no se.
¿ de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
Ninguna palabra es visible
Sombras
Recintos viscosos donde se oculta
La piedra de la locura
Corredores negros
Los he recorrido todos
¡oh, quédate un poco más entre nosotros!
Mi persona está herida,
mi primera persona en singular
escribo como quien con un cuchillo alzado en la oscuridad
escribo como estoy diciendo
la sinceridad absoluta continuaría siendo
lo imposible
¡oh, quédate un poco más entre nosotros!
Los deterioros de las palabras
Deshabitando el palacio del lenguaje
El conocimiento entre las piernas
¿qué hiciste del don del sexo?
Oh, mis muertos
Me los comí me atraganté
No puedo más de no poder más
Palabras embozadas
Todo se desliza
Hacia la negra licuefacción
Y el perro del maldolor
En esta noche en este mundo
Donde todo es posible
Salvo el poema
Hablo
Sabiendo que no se trata de eso
Siempre no se trata de eso
Oh, ayúdame a escribir el poema más prescindible
El que no sirva
ni para ser inservible
Ayúdame a escribir palabras
en esta noche en este mundo
Alejandra Pizarnik
Una sorpresa
Hoy recibí tu carta. La he leído
con asombro, pues dices que regresas,
y aún de la sorpresa no he salido...
¡Hace tanto tiempo que vivo sin sorpresas!
"Que por fin vas a verme... que tan larga
fue la separación..." Te lo aconsejo,
no vengas, sufrirías una amarga desilusión: me encontrarías viejo.
Y, como viejo, ahora, me he llamado
a quietud, y a excepción-¡siempre el pasado!
de uno que tro recuerdo que en la frente
me pone algún recuerdo de tristeza
no me puedo quejar: tranquilamente
fumo mi pipa y bebo mi cerveza.
En Evaristo Carriego, Poesías completas
con asombro, pues dices que regresas,
y aún de la sorpresa no he salido...
¡Hace tanto tiempo que vivo sin sorpresas!
"Que por fin vas a verme... que tan larga
fue la separación..." Te lo aconsejo,
no vengas, sufrirías una amarga desilusión: me encontrarías viejo.
Y, como viejo, ahora, me he llamado
a quietud, y a excepción-¡siempre el pasado!
de uno que tro recuerdo que en la frente
me pone algún recuerdo de tristeza
no me puedo quejar: tranquilamente
fumo mi pipa y bebo mi cerveza.
En Evaristo Carriego, Poesías completas
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